jueves, 11 de junio de 2015

PREFERIRÍA LA PAZ MÁS INJUSTA A LA MÁS JUSTA DE LAS GUERRAS (CICERÓN) por RÓMULO MARTÍNEZ.

En el presente post llega de parte mi buen amigo Rómulo Martínez, él nos comparte un artículo de su autoría en el que expone su visión de las crisis internas que vivimos como país. Gracias mi broster por apoyarme para la 4ta continua.



El VRAEM, la red de mafias del norte, la red Oropeza, los traficantes de terreno en San Juan de Lurigancho… Todo declarado en estado de emergencia, o sea estamos en guerra interna, pero guerra al fin al cabo.

Es el año 2015, al igual que en épocas antiguas y modernas, los ciudadanos de a pie no podemos caminar tranquilos e nuestra ciudad, porque un compatriota puede acabar con nosotros. “El mayor enemigo de un peruano, es otro peruano”. Realmente, el estado no lo dice que estamos afrontando una guerra interna que realmente ya se llevó varias vidas; pero qué hace el estado para afrontar este tema que lleva ya años como el caso del VRAEM (donde incluso a los enviados a la zona de emergencia tienen un sueldo cuadruplicado, prometedor para muchos, pero a que costo). Ahora mismo alejados de la zona de emergencia, todo el norte peruano está contaminado por mafias; lo peor es que se tiene conocimiento del tema e incluso de quienes son (Véase el escuadrón de la muerte) y ahora la red de narcotráfico de Oropeza, junto con la guerra interna de San Juan de Lurigancho.


¡Amigo cuidado con los choros!... Qu.. ijfdjsflk!!?? uy csm!! adftrft!!??

Sabemos que el estado (todos los peruanos) estamos representados por una clase política, quien realmente es la responsable del desorden del país, pues comandan incluso la fuerzas armadas. Es claro que la corrupción está presente en muchos estados del mundo, somos conscientes que no pedimos perfección, pero si una estabilidad y no circunstancias de tensión.

Es una cuestión de criterio interpretar el descontento de la mayoría del país con la seguridad y la vida en las calles. Pidamos un estamos de protección, tenemos que vivir en un país donde la justicia aplaca el reclamo y no el delito (tenemos una ley que responsabiliza la autodefensa con cargos penales).


El mayor enemigo latinoamericano, el narcoterrorismo.


Tomemos responsabilidad de nuestro país, para tomar consciencia sobre como debemos unirnos para detener la desunión que termina en esta guerra interna. Las razones pueden ser muchas, pero si queremos seguir construyendo una nación debemos cuidarnos y salvarnos primero nosotros.

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